sábado, 11 de enero de 2014

Guess who needs to scream again.

Me felicito por privarme del tiempo para caer en estado post exámenes. En realidad tendré cinco horas para que me de la jaqueca del rigor, dormir, comer, recuperarme y salir con la cara llena de risa a hacer la práctica que en verdad me muero de ganas de hacer. Y que por otro lado me aterra, porque sé que la profe me va a exprimir, y esa perspectiva se me hace ilógica considerando que no sé nada. Además que oh, día especial, reduciendo dosis del salvavidas, por segunda vez. Oh no. 
Lamentablemente no tengo permitido volver a la época del eterno pijama, aunque este año ya es total candidato, al menos unos días.
Me siento un poco abatida. Muy abatida en realidad e incapaz de definir el verdadero motivo. Difícilmente por la u, aunque para mi es una frustración casi constante. Aunque no, es muy demasiado constante. Claramente es mi culpa el haber esperado algo distinto de una universidad sin fondos, donde lo importante es que pague el arancel -ojalá completo, aunque tenga dos ramos-  y que ay, buena niña, ahora sírvase de nuestra desorganización y mala voluntad.
En realidad queda relativamente poco como para seguir quejándome, pero sí, en parte si me hace sentir abatida. Muy abatida. Es mucha la presión, muchas las cosas sin sentido que hay que aguantar y demasiado que hay que cumplir solo por cumplir. Es muy poca la empatía y el apoyo circulante. Se me ha pasado casi volando, y aún no sé que podría ser lo más memorable de haberse sacado la mugre así en un lugar donde pagar la matrícula es el menor logro/requisito para ser considerado.
Y en cuanto a la carrera, nunca me permití tampoco pararme a pensar si estoy haciendo lo que "siempre quise" o algo así. En cualquier caso, ahora no es cuando.
Nuevamente me está costando ver hacia adelante, tengo demasiado presente los obstáculos y sí creo en ese cliché de que yo misma debo de ser el mayor de todos.
Debería sentirme agradecida, de descubrir poco a poco lo descabellado que es lo que -probablemente- estoy buscando realmente. En lugar de eso, me hundo en la misma medida que abro los ojos a la verdad que me negaba a ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario