Reconocerme débil, envidiosa y celosa.
Reconocerme orgullosa, resentida. MUY resentida.
Reconocer que odio, que no tolero, que me guardo la rabia, que exploto de rabia.
Odio reconocer que espero. Odio no saber lo que quiero.
Ser lo opuesto de lo que quiero.
Ser más de lo que veo.
Odiarme tanto, culparme tanto.
Valer y no valer la pena.
Odiar a quien crea saberme.
Tratar a quien logre entenderme.
Ser invisible, olvidable y predecible.
Evitar el dolor y la memoria.
Pensarme perdida y no encontrarme.
Pensar lo peor y esperar. Tornar mi huella en olvido. Recordarme en un espejo roto. Inutilizar mi experiencia. Convertirla en dolencia.
***
No sé que onda mi vida, ando con melancolía infinita y me odio un poco por eso también. En estricto rigor, tengo todo para ser feliz y aún así me cuesta demasiado. Soy todo motivo para prejuicios, pero aún los aborrezco.
Al menos sé que esta vez no estoy sola... y no me siento sola.